No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.
Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.
Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,
sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.
Hace tiempo que vengo disfrutando
de una bonita canción que hoy me apetece compartir con todos/as vosotros/as, y
la cual, tras leer una pequeña explicación, espero que os guste tanto como a
mí.
Se trata de una canción de un
joven dublinés de 19 años llamado Ryan O’Shaughnessy, con la cual sin lugar a
dudas, debutó y pasó a la posteridad en el programa británico “Britains got
talent”, algo así como el “OT” británico, salvo por la enorme diferencia de que
en éste sí hay enormes dosis de talento.
El joven en cuestión, no se
considera ni una estrella, ni un chico talentoso, ni un compositor de obras excepcionales,
salvo por uno o dos temas, y éste en cuestión es uno de ellos, en el que manda
un mensaje verdaderamente bonito a la chica a la que ama. -¿Se pone interesante
verdad?-
Toca y compone no para satisfacer
al público, sino para sentirse bien consigo mismo y dar rienda suelta a sus
sentimientos, no como estos/as “artistas” de hoy en día a los/as que les
escriben “sus” canciones un grupo de especialistas en vender discos como
churros, y que el día de mañana serán olvidados y carecerán de sentido.
¿Dónde está aquí la historia? La
historia está en que esta canción está dirigida a una de sus amigas, de la cual
está perdidamente enamorado “sin que ella lo sepa”. La conoce desde hace seis
años, y desde hace un tiempo que viene sintiendo algo más que amistad por ella.
Se presentó al casting, se plantó
delante de miles de personas, y no para satisfacer al público (en un principio), sino para
declararse a su amiga con una bonita canción de la cual ella no estaba al
corriente. Incapaz de pronunciar su nombre, se dirige a ella y le canta donde
quiera que esté viendo el programa, y lo hace con una profunda sinceridad que
espero que os guste tanto como a mí.
Lo que ocurrió después ya lo investigaréis, lo importante es este preciso instante :-))
Canción: No name
Artista: Ryan O’Shaughnessy
Letra:
Every now and then I see I part of you I haven’t seen
Birds can swim and fish can fly the road is long I wonder way
One of these days you’ll realize what you mean to me ohhh
Every now and then I see a part of you I’ve never seen
Well I try to talk but I can’t
My soul has turned to steel
This happens every now and then when I try to tell you just how I feel
So if you ever love somebody
You gotta keep them close
When you lose grip of their body
You’ll be falling
Because I’m falling
Deeper in love
In love
Deeper in love
In love
Deeper in love
In love
No es ni por asomo el artista más
talentoso que pasó por ese programa, y mucho menos por esa edición, pero me
gustó haberlo descubierto, sin lugar a dudas.
PD: Yo me enamoré de la morena de rizos de la grada jajaja :-) Disfruten :-)
Te acordarás un día de aquel amante extraño
que te besó en la frente para no hacerte daño.
Aquel que iba en la sombra con la mano vacía
porque te quiso tanto... que no te lo decía.
Aquel amante loco... que era como un amigo,
y que se fue con otra... para soñar contigo.
Te acordarás un día de aquel extraño amante,
profesor de horas lentas con alma de estudiante.
Aquel hombre lejano... que volvió del olvido
sólo para quererte... como a nadie ha querido.
Aquel que fue ceniza de todas las hogueras
y te cubrió de rosas sin que tú lo supieras.
Te acordarás un día del hombre indiferente
que en las tardes de lluvia te besaba en la frente.
Viajero silencioso de las noches de estío
que miraba tus ojos, como quien mira un río.
Te acordarás un día de aquel hombre lejano
del que más te ha querido... porque te quiso en vano.
Quizás así de pronto... te acordarás un día
de aquel hombre que a veces callaba y sonreía.
Tu rosal preferido se secara en el huerto
como para decirte que aquel hombre se ha muerto.
Y él andará en la sombra con su sonrisa triste.
Y únicamente entonces sabrás que lo quisiste.
Hoy hace 70 años que el poeta Miguel Hernández, murió de tuberculosis en una cárcel alicantina, condenado por el "delito" de, pensar de forma distinta a la del régimen franquista, y por expresarse libremente, sin miedo y sin ataduras.
(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como del rayo Ramón Sijé,
con quien tanto quería).
ELEGÍA
Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.
Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.
Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada
En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.
Me
gustas cuando callas porque estás como ausente, y me oyes
desde lejos, y mi voz no te toca. Parece que
los ojos se te hubieran volado y parece
que un beso te cerrara la boca.
Como todas
las cosas están llenas de mi alma emerges de
las cosas, llena del alma mía. Mariposa
de sueño, te pareces a mi alma, y te pareces
a la palabra melancolía.
Me gustas
cuando callas y estás como distante. Y estás
como quejándote, mariposa en arrullo. Y me oyes
desde lejos, y mi voz no te alcanza: Déjame
que me calle con el silencio tuyo.
Déjame
que te hable también con tu silencio claro como
una lámpara, simple como un anillo. Eres como
la noche, callada y constelada. Tu silencio
es de estrella, tan lejano y sencillo.
Me gustas
cuando callas porque estás como ausente. Distante
y dolorosa como si hubieras muerto. Una palabra
entonces, una sonrisa bastan. Y estoy alegre,
alegre de que no sea cierto.