Páginas

Mostrando entradas con la etiqueta Mi Diario. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mi Diario. Mostrar todas las entradas

jueves, 12 de febrero de 2015

Meniña de Auga. Lulavai


Galego

Meniña* da sexta lúa
ó abeiro do vento
que fala no mar.

Durme, ruliña*,
non olles pra/para ela,
ela durme no seu berce
de auga clara.

Nos meus, os teus ollos fondos,
mirada de ceo
alento de mel.

Durme, pequena,
na terra dos soños
que mecen o seu berce
de auga clara.




Español

Niña* de la sexta luna
al amparo del viento
que habla en el mar.

Duerme, niñita/palomita/cariñito*,
no mires para ella,
ella duerme en su cuna
de agua clara.

En los míos, tus ojos fondos/profundos,
mirada de cielo
aliento de miel.

Duerme, pequeña,
en la tierra de los sueños
que mecen su cuna
de agua clara.


*Meniña:
Niña nacida hace poco tiempo o de poca edad.

*Ruliña:
"Ruliña" no tiene una traducción literal al español. Esta palabra viene dada de la unión del término "rula" con el sufijo diminutivo -iña. Una "rula", en gallego, es un tipo de ave de la familia de las colúmbidas (palomas, tórtolas...), y, además de utilizarla para referirnos a dichas aves, también la usamos para expresar cariño hacia una mujer o niña.

Intenté ser lo más fiel y preciso a la hora de traducir, así que si hay algún error pido disculpas por ello.

Descubrí a este maravilloso grupo hace unas pocas semanas y, como todo lo bueno se comparte, ahí os dejo una de sus canciones para que la disfrutéis tanto como yo.

martes, 30 de diciembre de 2014

Depende de ti

Extenso y sombrío es el laberinto de la tristeza. Caerás en él, y serán las ganas de encontrar el camino que te lleve a la salida lo que hará que te vuelvas a perder.
Te odiarás. Te odiarás con todas tus fuerzas. Te sentirás culpable a cada paso que des. No habrá ni un solo día en el que no amanezcas con ganas de rendirte y de decir basta, con ganas de poner fin a ese sufrimiento inexplicable, con ganas de escribir un punto y final. Te preguntarás por qué, y será durante ese silencio atronador cuando te sentirás totalmente embargado por la soledad y la culpa. Te sentarás y llorarás, durante tanto tiempo que tus pies terminarán hundidos en un lodo de lamento, en un légamo del que solo brotará más dolor y desgracia. Te ahogarás en un profundo mar, y será entonces cuando comprendas que es a ti mismo a quien tienes que buscar. Que es a ti mismo y a tus propios miedos a quien tienes que enfrentarte.

Será cuando te olvides de buscar ese camino, todavía inexistente, cuando realmente pongas rumbo hacia la salida. Entenderás que no son las circunstancias sino tu actitud lo que te llevó hasta ahí. Entenderás que uno puede interpretar y sentir un mismo paisaje, una misma imagen, una misma situación, de tantas maneras posibles como le permita la imaginación. Entenderás que el optimismo no debe ser una simple decisión, sino una necesidad imperiosa.
Será con el tiempo, y sin apenas darte cuenta, cuando habrás dado el primer paso. Recorrerás un camino que hasta ese momento te habrás negado a ver. Un camino que sólo tú puedes construir. Un camino que, pese a haber estado ahí, en tu mente, desde el primer día, no se verá reflejado ante ti hasta que no hayas comprendido que es cuestión de voluntad, de aceptación, de superación. Y cuando llegue ese día:
¡Lucha! ¡Lucha por sonreír, por avanzar, por superarte! ¡Acepta que estás ahí por haberte rendido, por no haber creído en ti mismo! ¡Esfuérzate y camina, porque será tu propia voluntad la que te aleje de ahí! ¡Haz todo lo que sueñas y nunca más dudes de ti!

miércoles, 5 de febrero de 2014

Basia Bulat

He aquí uno de esos temas que descubrí recientemente y que me gustaría compartir con tod@s vosotr@s. Tall tall shadow - Basia Bulat.

martes, 24 de diciembre de 2013

Ab imo pectore.

Sin respuestas a las mismas preguntas, sin entender todavía el porqué, pero completamente cambiado y diferente.

Más fuerte, más feliz, menos dependiente.

Con una sonrisa que nace de la voluntad y no del espejismo que generan las demás personas en mi interior. Creyendo y luchando por algo real y al alcance de mi mano, y no por los sueños de aquellas personas a las que nunca habré importado.

Es con el paso del tiempo con lo que nos damos cuenta de que a uno no lo abandonan, sino que se abandona.
Se abandona el mismo día en el que deja de prestarse tanta atención e importancia como la que le presta a los demás y a sus necesidades. Se abandona el mismo día en el que se desvela a cualquier hora de la noche para atender una llamada de aquellas personas que, una vez zanjen sus problemas, volverán a ausentarse hasta que de nuevo se sientan desbordadas. Se abandona el mismo día en el que se piensa que su felicidad depende de hacer feliz al resto de personas sin hacerse feliz a sí mismo. Se abandona y fracasa ese día en el que espera de los demás lo mismo que esperaría de sí mismo.

Nunca había dejado de ser aquel chaval estúpido e inmaduro y es ahora cuando me doy cuenta. Es ahora, siendo plenamente consciente del cambio que viví, cuando me doy cuenta de que nunca había dejado de ser aquella persona a la que tanto odiaba. Simplemente me volví dependiente de las demás personas para ocultarme de mí mismo.

Fue en la soledad de estos años y en mi voluntad por querer cambiar y ser feliz en dónde encontré lo que realmente buscaba. Me perdí hasta encontrarme para enfrentarme a mí mismo. Y ahora me doy cuenta de que no os reconozco porque nunca os llegué a conocer verdaderamente, del mismo modo en el que nunca llegué a conocerme del todo a mí mismo.

Y ahora, que al fin sé quién soy y lo que quiero, sé que no os necesito. Mi felicidad reside en mi voluntad.

Gracias por este cambio. Eso sí os lo debo de todo corazón.

Tres años. Tres años aprendiendo a ser feliz y mejor persona. :-))

lunes, 16 de septiembre de 2013

La delgada línea entre todo y nada.

Una imagen, simple y llanamente. Una imagen capaz de remover tantos sentimientos que, cada vez que uno se detiene a observarla y analizarla con detenimiento, termina llorando o camino de hacerlo.

El fiel reflejo del dolor desgarrador, de la desolación. Posiblemente uno de los sentimientos más reconocibles en los rostros de las personas. Tan reconocible como contagioso, según el grado de empatía de las personas que lo perciben.

Indagando por internet, hace aproximadamente un año y medio, me topé con esta desgarradora imagen:

 
Yoshikatsu Hiratsuka, un señor de sesenta y seis años que llora desconsolado ante los restos de lo que anteriormente era su casa en Onagawa
(Japón). Sepultado bajo los restos de la misma, un miembro de su familia, dado por desaparecido tras el terremoto que asoló Japón en 2011.
Ante él, solamente ruina, impotencia, dolor y desolación. A su alrededor, el mismo panorama elevado a la enésima potencia.

¿Por qué esta foto? Sinceramente, no termino de comprenderlo, pero de vez en cuando tengo la necesidad de mirarla una y otra vez hasta embriagarme de la tristeza que emana de la misma, hasta darme cuenta de que, por muy mal que me vayan las cosas, la vida siempre podrá recordarme que todo puede ir a peor y sin que pueda preverlo.

Aquellos que alguna vez sentimos el dolor de la pérdida y que tenemos un elevado grado de empatía, es imposible que no sintamos algo parecido a lo que siente el pobre señor de esta imagen.
Sentir la enorme necesidad de arrancar palmo a palmo cada centímetro de nieve, cada centímetro de escombro, cada centímetro de tierra, hasta alcanzar a la persona que allí permanece sepultada, devolviéndola de algún modo a la vida de la que fue arrebatada.
Sentir el mismo grado de dolor y abatimiento al encontrarnos tan cerca de ese ser querido, al que queremos rescatar y mantener a salvo a nuestro lado, pero por el cual no podemos hacer absolutamente nada, salvo llorar desconsoladamente.
Sentir cómo la impotencia se adueña de nosotros. Cómo el dolor nos invade hasta el fondo de nuestras entrañas y, ante tal panorama, tener la enorme necesidad de gritar pidiendo ayuda y no recibir respuesta debido al caos generalizado que asola el lugar.

Esta imagen, simplemente, me recuerda lo fácil que resulta pasar del todo a la nada. Describe con exactitud cómo la vida, cuando se empeña en ser perra,  consigue hacer tanto daño con una sencillez tan apabullante, que uno tiene que temer, inevitablemente, tanto por sí mismo como por los seres que le rodean. Tanto es así, que uno aprende a valorar aquello sobre lo que se considera poseedor o perteneciente, para darse cuenta, finalmente, que lo único que al final nos terminará perteneciendo, serán nuestros recuerdos, y eso si con un poco de suerte no lo dificulta alguna que otra enfermedad neurodegenerativa.

Simplemente, una foto con la que pensar, sentir y recapacitar.

lunes, 12 de agosto de 2013

En la maleta de Ana Pardo de Vera.

Tras una larga ausencia, es todo un placer retomar mi Blog para dedicarle una entrada al libro de la tan encantadora Ana Pardo de Vera Posada, el cual me llegó la semana pasada y tuve la suerte de devorar felizmente en unas pocas horas, por lo que se me hizo hasta demasiado corto, pero condenadamente entretenido.

Pese a que mi voto favorable se lo tiene más que ganado y merecido desde hace mucho tiempo, intentaré ser objetivo y no repetirme mucho en lo encantadora y majuna que es la autora, aunque ella ya lo sabe, y explicar por qué me encantó tanto leer algo diferente como lo fue su libro.

En la maleta de Zapatero, que así se llama el libro, no busca ni de lejos conquistar a ilustres pensadores con análisis metafísicos ni palabras rimbombantes, como tampoco persigue llegar a ser un Best Seller afamado, ya que nace, ni más ni menos, gracias al humilde apoyo del mecenazgo, conocido hoy en día como crowdfunding.

Este libro puede decirse que tiene como intención acercarnos a los/as lectores/as al mundo de la política desde un punto de vista completamente diferente al que normalmente conocemos. Nos traslada a los hechos de modo personal, casi íntimo, en este caso desde su papel como corresponsal político, trabajo cada vez más denostado por algunos/as y castigado por los recortes que la crisis trae consigo a los distintos medios de comunicación, pero que sin duda se merece todo mi reconocimiento y felicitación, pues un país sin prensa ni comunicadores con cierto nivel y prestigio, difícilmente puede ser considerado un país decente y desarrollado.

A lo largo del libro nos relata sus vivencias personales durante su periodo como corresponsal política, viajando a numerosos lugares (os garantizo que de geografía también aprenderéis), persiguiendo, por así decirlo, durante casi tres años al por aquel entonces presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. Podría decirse que es como situarnos tras "la pluma o el teclado" de la protagonista que tantas crónicas elaboró, y que tantas otras se guardó para sí misma.
Un libro con el que viajamos entre anécdotas graciosas y de todo tipo. Un sinfín de curiosidades, ya bien de la profesión como del mundillo político y el hermetismo que lo acompaña en determinadas cosas. El modo de actuar y de relacionarse entre presidentes y países, sin olvidarse nunca de los intereses que acompañan a cada uno tras de sí, y el porqué de hacerse así todo lo que quiera que se haga para que los planes no se desmoronen, como por ejemplo tragar con un discurso machista sin bajarse del mismísimo atril y mandar a tomar por saco al mismísimo presidente de un país. Conocemos incluso cómo una visita a la casa de un político concreto puede dañar la imagen y credibilidad de un presidente en otro país, "sin darse cuenta" de que, algo a nuestros ojos "tan nimio" como puede ser ir a visitar una residencia presidencial, puede generar una tromba mediática en otro país.
 
No quiero desmenuzaros el libro, porque yo en particular odio que me los narren antes de leerlos, así que os invito a leerlo y por supuesto a comprarlo, ya que los beneficios van a parar ni más ni menos que a la ONG lucense ALIAD-ULTREIA ¿Os dije ya lo encantadora que era Ana?

Si tuviera que destacar algo del libro, es la facilidad con la que nos introduce en la historia, tanto que parece que algunas veces vayamos a ser nosotros/as los que, una vez termine la rueda de prensa en Sochi (por poner un ejemplo), tengamos que redactar la crónica que toque enviar a las distintas redacciones como si nos fuera la vida en ello. Destacaría eso, y lo rápido que se lee al ser tan placentero. 
Es de esos libros que uno lee esbozando una sonrisa, o bien por las simpáticas anécdotas, o bien por las sabias e innumerables citas que Ana nos deja, no sólo cosecha propia, sino también aprendidas de su querida abuela, por la cual le mando un fuerte abrazo que mitigue un poco el luto.
Mi única pega, lo breve que es. Será que se me hizo tan larga la espera que quería pasarme más horas leyendo y no pude. 

Sinceramente, me gusta la humildad desde la que nace, brota y se escribe el libro. Eso es lo que aplaudo incansablemente. Un guiño a la profesión, un acercamiento a la política, y una lección de profesionalidad y saber escribir.

Como cierre triunfal, casi a modo de reflexión, un llamamiento al sentido común, para que el mundo y los líderes del mundo, hagan un esfuerzo por entenderse como adultos y no como impositores y sometidos, que es el lenguaje que hoy en día abunda en las relaciones internacionales, para desgracia de todas y todos nosotros.

Sin más, y dirigiéndome directamente a ti, Ana; disculparme por modificar el título de tu libro para yo titular mi entrada del Blog, pero tras leer "Catarsis" (epílogo del libro) uno se da cuenta de que, quizás, las historias más importantes y bonitas, son las que todavía aguardan en "tu mochila", esperando a ser contadas y escuchadas.

Os dejo dos frases y una gran curiosidad sacadas del libro que, a mí en particular, por su contexto y significado, me quedarán grabadas para siempre en mi pésima memoria.

Frase de Zapatero sobre Chavez tras su muerte:
"Su política –su forma y su fondo– no puede ser contemplada con los ojos de los esquemas tradicionales europeos, sin entender lo que supone Latinoamérica"

Frase de lo más instructiva de Ana sobre el dinero ante situaciones desagradables o peligrosas:
"En ocasiones, el dinero vale lo que quieras que valga en función del contexto"

La gran curiosidad: en Togo hay una Ley llamada "Ley Zapatero" y es contra la pena de muerte. 



Sin más que añadir, mi más sincera felicitación, querida Ana. Un besín, y me debes una firma mientras degustamos un buen Albariño.

sábado, 8 de junio de 2013

Vita via est.

Hay días en los que odio la vida con todas mis fuerzas y, el simple hecho de despertarme día tras día y ser arrebatado del plácido regazo del mundo onírico (cuando el sueño es bueno, por supuesto), me resulta deprimente, cuando no un suplicio.

Luego, pasados unos minutos, me reconcilio con la vida y entonces comienza el verdadero día. El día que verdaderamente necesito y quiero vivir, desde el mismísimo momento en el que me lo propongo y, desde el mismísimo momento en el que decido cambiar mi destino o mi forma de ver y afrontar el día.

Decido sonreír, pese a todo. Decido afrontar los problemas y no esperar milagros resolutivos que nunca llegarán y que, lo único que logran, es que nos sentemos a esperar por ellos, estancándonos, sin avanzar hacia ninguna parte. Decido darle una oportunidad al día y, si se tuerce y se llena de complicaciones, no perder la esperanza, pues mañana tendré una nueva oportunidad. Decido llorar por los buenos momentos que, aunque no estén presentes, sé que avanzando pronto llegarán. Llegarán, y serán esos momentos repletos de pequeños y grandes placeres que me harán sonreír, que me harán sentir un intenso escalofrío mientras los pelos se me erizan sin saber muy bien por qué.

En cada amanecer hay una oportunidad nueva y diferente. Me gusta odiar la vida, si es durante cinco minutos y no más. La felicidad no debe ser solamente un deseo, también debe ser una obligación.

Hoy, una vez más, me propuse ser feliz.

Canciones tristes, para momentos felices :-))

miércoles, 5 de junio de 2013

Día Mundial del Medio Ambiente.


Recupero imagen de años anteriores, supongo. En vista de lo horrorosa que era la de este año, junto al  pobrísimo lema que la acompañaba, pues opté por ésta.

Como estoy preparando un sermón monumental para dentro de unas semanas, el de hoy me lo voy a ahorrar. Lo que sí, os emplazo a ver la entrada del año pasado, y a que le dediquéis unos minutillos al tristísimo vídeo que tengo colgado. Irresponsables no, lo siguiente...

Sin más que añadir, disfrutemos del día, y de la poca vida normal que le queda a este Planeta.

martes, 4 de junio de 2013

Lo bueno se comparte.

Aprovechando que tengo tiempo, actualizo para compartir algunos nombres de canciones y de grupos que descubrí estos últimos meses, y que, sin duda, se merecen un huequecillo en mi "aparcado" Blog.

Empezando por orden de descubrimiento, más o menos, me pongo con Gotye y la encantadora Kimbra. A estos dos artistazos, los descubrí por la famosa canción "Somebody that I used to now". No forman parte de un mismo grupo, pero quisieron juntarse un día para cantar esa maravillosa canción y, sinceramente, bendito el día en el que se pusieron de acuerdo para ello. 
Es curioso que ambos artistas se hayan juntado, cuando ya de por sí entre ellos se dan notables diferencias, pero por si esto fuera poco, si investigamos entre los temas de la una y el otro, nos topamos que aparte de ser diferentes entre ellos, la música de ambos tiene "un algo" diferente a lo que normalmente se compone y publica hoy en día.

De Kimbra podría pasarme horas hablando. Un estilo diferente, voz impecable, rareza en todos los sentidos, sumamente guapa, y una "puesta en escena" curiosísima a la par que compleja. De regalo os dejo "Settle Down" (no es la versión oficial, pero sobra explicar porque comparto semejante actuación). Por supuesto, como siempre, os invito a investigar otros temas, porque la inmensa mayoría de temas de ambos artistas son una gozada.

Unos meses más tarde, y gracias a la genialísima serie The Good Wife, descubrí al sin duda histriónico Andrew Bird y su peculiar banda. Mientras iniciaba la serie y me enamoraba todavía más del papel de Alicia Florrick (nombre de la personaje principal), pues iba sonando el tema "Fake palindromes" y yo como obseso de las Bandas Sonoras de series y películas que soy, pues terminé pegando el móvil al altavoz para que reconociera el título de la canción, y aquí estoy hoy, jejeje.
Tiene algún que otro tema que merece la pena, pero nada del otro mundo, lo reconozco. Recomiendo escuchar "Fake palindromes" en su versión normal, sin ser en directo, ya que suena muy bien.

Unas semanas más tarde, una buena amiga me descubrió el tema "Stubborn love" de The Lumineers. Gran mensaje, buena música, y una canción que no me preguntéis por qué, pero logra que tenga ganas de conquistar el mundo de lo motivante que me resulta. 
Supongo que a la inmensa mayoría de gente os sonará más por su tema "Ho hey", el cual sale como música de fondo en un anuncio de un refresco de sobra conocido.

Aquí entremedias y brevemente, os pongo el tema descubierto por aquel entonces en The Walking Dead, y que me tuvo una semana atrapadísimo. Se llama "Lead me home" (si algún día desaparece el enlace que redirecciona al vídeo, culpar a youtube, sorry) de Jamie N. Commons. Es una gozada.

Y finalmente, dejándome algún que otro tema aparcado para no saturaros demasiado, pues cuelgo la última maravilla que descubrí hace apenas 15 días. 

Tres hermanas con un estilo ochentero, y que, sorprendentemente, son más jóvenes que yo (si mal no leí), lo cual me sorprende porque es un gustazo toparse con gente joven que no se echa a perder entre la música basura y comercial de hoy en día. 
Los temas son una gozada, además de muy originales. Buenísimos videoclips de sus temas más conocidos, y una vez más, destacan por diferenciarse de las tendencias modernas.

La única pega que me atrevo a ponerles, es que en directo pierden bastante, pero creo que la mala amplificación de los conciertos que pude ver por ahí colgados ayudaron a que así lo piense. Sonaba todo enlatado y sin eco, lo cual es extraño.

El grupo se llama Haim, y el tema que os dejo (esta vez cuelgo el vídeo además del título con enlace) se llama "Don´t save me"

Un saludín, y espero que os gusten. :-))

lunes, 22 de abril de 2013

Día de la Tierra.


Feliz Día de la Tierra :-)) 

Como no espero nada nuevo y bueno de la humanidad, simplemente quiero desearos, un año más, un buen día a todos/as aquellos/as que disfrutáis de este día, y que os esforzáis por cuidar un poco más el medio ambiente y el entorno en el que convivís con otras especies.

Un buen vídeo para relajaros un poco, y para disfrutar de lo hermosísima que es la Tierra y los animales que en ella habitan. 


jueves, 21 de marzo de 2013

Día Mundial de la Poesía.

Soneto XVII

No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.

Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,

sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.

 Pablo Neruda

domingo, 17 de marzo de 2013

En busca de la felicidad.

Esos momentos de paz en los que uno se da cuenta de que nada en esta vida dura eternamente.

No hay amistad sempiterna, ni amigo/a fiel. No hay momentos de felicidad infinita, ni claridad duradera. Lo que hay son momentos de felicidad temporal, efímera, pero que nos dan todo el júbilo que necesitamos para ser feliz.

La vida es una basura desechable, pero lo es después de vivirla felizmente. De cada uno/a depende vivirla de esta manera y como merece la pena.

Nada es eterno. Nada, salvo nuestra voluntad e insistencia en querer ser feliz pese a no vivir en un mundo de colores. Porque pese a rendirnos constantemente, nuestras ganas de vivir felizmente, nunca desaparecen.

No hay primaveras de 365 días. Lo que hay son sensaciones y momentos felices que almacenamos en forma de recuerdo, y ellos dan sentido nuestra sonrisa.

Somos dependientes de las demás personas, hasta que comprendemos que nuestra felicidad reside en el simple hecho de querer ser feliz. Ser y estar feliz sin motivo aparente.

¡Levántate y sonríe! Búrlate de la tristeza, de la muerte, de las penas. Olvídate de quellos problemas que te presentas a ti mismo/a.

La vida es una basura desechable, pero una vez más, lo es después de vivirla felizmente.

Que nadie te borre la sonrisa. Que nadie te haga sentir aquello que no eres, porque no te lo mereces.
Ser feliz depende de ti mismo/a, de tu voluntad. De tus ganas de afrontar los problemas como realmente se merecen, sonriendo, y sin dudar de tu capacidad.

Lucha, lucha, y sigue luchando. Nadie te va a hacer feliz, salvo tu propia insistencia en querer ser aquello que quieres ser; una persona feliz.

¡¡Sonríe!! A nadie le pertenece tu sonrisa, salvo a ti mismo/a :-))

martes, 25 de diciembre de 2012

Cave ne cadas.


Qué sorprendente es la vida cuando en determinadas fechas o momentos de nuestro día a día, nos demuestra que, en ciertas ocasiones, los más llamativos y conmovedores gestos de afecto o cariño proceden de aquellas personas que considerábamos ausentes o distantes, pero que, en realidad, estaban ahí, en estado de latencia.

Personas que verdaderamente saben aparecer sin ser llamadas, que no demuestran la solidez de una amistad con meras palabras, sino con los hechos.

Porque siempre y pese a todo, por muy oscuro que se nos presente el horizonte, habrá luz al final del túnel, y una verdadera amistad que nos ayude a encontrar el camino de vuelta.

Res non verba.


jueves, 13 de diciembre de 2012

Hoy es un buen día.

Hoy es un día lluvioso, el cielo está gris y el suelo mojado. El viento, que sopla intensamente, cala los huesos con tanta humedad que arrastra consigo. Hoy es un día que para muchas personas no dejaría de ser un día triste o lleno de melancolía por el simple hecho de ser un simple día de otoño.

Las pocas hojas que quedan, caen ya de los árboles completamente desnudos de hojarasca y recubiertos de una gruesa capa de musgo que parece darle abrigo a su húmeda corteza. 

Amaneceres fríos, sin los trinos de algunos pájaros que en primavera hasta resultan familiares, y sin flores de las que se desprende ese aroma que tan buenos recuerdos nos trae en determinadas épocas del año.
Hoy es un día, en resumen, de los que a mucha gente le gustaría borrar de su calendario. A mucha gente, salvo a mí.

Hoy es un día de los que merece la pena vivir, como todos y cada uno de los días del año. Un día en el que vemos cómo caen las hojas dejando el árbol vacío y solitario, para recordarnos, una vez más que, de ese vacío y soledad se vuelve a la vida con más fuerza.

Es un día en el que el silencio se convierte en un placer que nos hace recordar lo mucho que echamos de menos los buenos amaneceres. Amaneceres en los que todo trino suena melódicamente y, más allá de la ventana, el paisaje no es otro que el de un bosque florido y lleno de colores, y los árboles no sólo están cubiertos de un manto de hojas, sino también de flores y frutos.

Merece la pena vivir y saber esperar mientras se vive. 

Hoy simplemente recordé que podemos ver el mismo paisaje de dos maneras distintas. O bien marchito y falto de vida, o bien en reposo y a la espera de que el temporal amaine para que, con el paso del tiempo, vuelva todo a ser cubierto por la vida con tanta fuerza y belleza como la primera vez.

Meditar y ser paciente no mata, estar triste toda una vida sí, y lentamente.

Carpe Diem.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Conditio sine qua non.

Lo queremos todo sin merecernos nada y, cuando ya lo tenemos, carece de sentido y de valor. Capricho lo llaman algunos. Cosas del destino y necesidades irracionales que nacen de la nada.

Podemos ser ricos sin darnos cuenta, no porque llevemos los bolsillos llenos de billetes que caen uno a uno al emprender la marcha, sino por tener a nuestro lado todo aquello que realmente buscamos y que, todavía, sin saber muy bien por qué, no somos conscientes de que es lo que realmente estamos buscando, siendo, por lo tanto, nuestra necesidad más inmediata.

Podemos mirar esos ojos todos los días de nuestra vida, a cada amanecer, a cada despertar, a cada rato que pasa, y no saber que en ellos se esconde nuestra verdadera felicidad.
Ignorar que a nuestro lado tenemos todo aquello por lo que debemos luchar y que, con el tiempo, terminará alejándose a pasos agigantados hacia algún lugar del cual nada sabremos, y del cual jamás volverá.

Tocar mil veces esa “fortuna” con las manos, con nuestra piel, e impregnarnos de riqueza sin saberlo, sin ser conscientes de que en ese momento, en ese preciso momento, estamos tocando un pedazo de cielo por el cual daríamos la vida si realmente lo viéramos como tal.

Humanos… siempre condenados a ser unos inconscientes pues sin esta condición no seríamos humanos.