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jueves, 12 de febrero de 2015

Meniña de Auga. Lulavai


Galego

Meniña* da sexta lúa
ó abeiro do vento
que fala no mar.

Durme, ruliña*,
non olles pra/para ela,
ela durme no seu berce
de auga clara.

Nos meus, os teus ollos fondos,
mirada de ceo
alento de mel.

Durme, pequena,
na terra dos soños
que mecen o seu berce
de auga clara.




Español

Niña* de la sexta luna
al amparo del viento
que habla en el mar.

Duerme, niñita/palomita/cariñito*,
no mires para ella,
ella duerme en su cuna
de agua clara.

En los míos, tus ojos fondos/profundos,
mirada de cielo
aliento de miel.

Duerme, pequeña,
en la tierra de los sueños
que mecen su cuna
de agua clara.


*Meniña:
Niña nacida hace poco tiempo o de poca edad.

*Ruliña:
"Ruliña" no tiene una traducción literal al español. Esta palabra viene dada de la unión del término "rula" con el sufijo diminutivo -iña. Una "rula", en gallego, es un tipo de ave de la familia de las colúmbidas (palomas, tórtolas...), y, además de utilizarla para referirnos a dichas aves, también la usamos para expresar cariño hacia una mujer o niña.

Intenté ser lo más fiel y preciso a la hora de traducir, así que si hay algún error pido disculpas por ello.

Descubrí a este maravilloso grupo hace unas pocas semanas y, como todo lo bueno se comparte, ahí os dejo una de sus canciones para que la disfrutéis tanto como yo.

martes, 30 de diciembre de 2014

Depende de ti

Extenso y sombrío es el laberinto de la tristeza. Caerás en él, y serán las ganas de encontrar el camino que te lleve a la salida lo que hará que te vuelvas a perder.
Te odiarás. Te odiarás con todas tus fuerzas. Te sentirás culpable a cada paso que des. No habrá ni un solo día en el que no amanezcas con ganas de rendirte y de decir basta, con ganas de poner fin a ese sufrimiento inexplicable, con ganas de escribir un punto y final. Te preguntarás por qué, y será durante ese silencio atronador cuando te sentirás totalmente embargado por la soledad y la culpa. Te sentarás y llorarás, durante tanto tiempo que tus pies terminarán hundidos en un lodo de lamento, en un légamo del que solo brotará más dolor y desgracia. Te ahogarás en un profundo mar, y será entonces cuando comprendas que es a ti mismo a quien tienes que buscar. Que es a ti mismo y a tus propios miedos a quien tienes que enfrentarte.

Será cuando te olvides de buscar ese camino, todavía inexistente, cuando realmente pongas rumbo hacia la salida. Entenderás que no son las circunstancias sino tu actitud lo que te llevó hasta ahí. Entenderás que uno puede interpretar y sentir un mismo paisaje, una misma imagen, una misma situación, de tantas maneras posibles como le permita la imaginación. Entenderás que el optimismo no debe ser una simple decisión, sino una necesidad imperiosa.
Será con el tiempo, y sin apenas darte cuenta, cuando habrás dado el primer paso. Recorrerás un camino que hasta ese momento te habrás negado a ver. Un camino que sólo tú puedes construir. Un camino que, pese a haber estado ahí, en tu mente, desde el primer día, no se verá reflejado ante ti hasta que no hayas comprendido que es cuestión de voluntad, de aceptación, de superación. Y cuando llegue ese día:
¡Lucha! ¡Lucha por sonreír, por avanzar, por superarte! ¡Acepta que estás ahí por haberte rendido, por no haber creído en ti mismo! ¡Esfuérzate y camina, porque será tu propia voluntad la que te aleje de ahí! ¡Haz todo lo que sueñas y nunca más dudes de ti!

martes, 24 de diciembre de 2013

Ab imo pectore.

Sin respuestas a las mismas preguntas, sin entender todavía el porqué, pero completamente cambiado y diferente.

Más fuerte, más feliz, menos dependiente.

Con una sonrisa que nace de la voluntad y no del espejismo que generan las demás personas en mi interior. Creyendo y luchando por algo real y al alcance de mi mano, y no por los sueños de aquellas personas a las que nunca habré importado.

Es con el paso del tiempo con lo que nos damos cuenta de que a uno no lo abandonan, sino que se abandona.
Se abandona el mismo día en el que deja de prestarse tanta atención e importancia como la que le presta a los demás y a sus necesidades. Se abandona el mismo día en el que se desvela a cualquier hora de la noche para atender una llamada de aquellas personas que, una vez zanjen sus problemas, volverán a ausentarse hasta que de nuevo se sientan desbordadas. Se abandona el mismo día en el que se piensa que su felicidad depende de hacer feliz al resto de personas sin hacerse feliz a sí mismo. Se abandona y fracasa ese día en el que espera de los demás lo mismo que esperaría de sí mismo.

Nunca había dejado de ser aquel chaval estúpido e inmaduro y es ahora cuando me doy cuenta. Es ahora, siendo plenamente consciente del cambio que viví, cuando me doy cuenta de que nunca había dejado de ser aquella persona a la que tanto odiaba. Simplemente me volví dependiente de las demás personas para ocultarme de mí mismo.

Fue en la soledad de estos años y en mi voluntad por querer cambiar y ser feliz en dónde encontré lo que realmente buscaba. Me perdí hasta encontrarme para enfrentarme a mí mismo. Y ahora me doy cuenta de que no os reconozco porque nunca os llegué a conocer verdaderamente, del mismo modo en el que nunca llegué a conocerme del todo a mí mismo.

Y ahora, que al fin sé quién soy y lo que quiero, sé que no os necesito. Mi felicidad reside en mi voluntad.

Gracias por este cambio. Eso sí os lo debo de todo corazón.

Tres años. Tres años aprendiendo a ser feliz y mejor persona. :-))