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viernes, 27 de abril de 2012

Con los pies en la tierra.

No sé si alguna vez sentisteis esa impotencia que se siente al querer decir algo de importancia, pero no saber por dónde empezar y, para mayor inri, ser conscientes de que "el poco eco" de lo que diréis no tendrá repercusión alguna.

Hoy, último viernes de abril, me apetece opinar sobre determinadas cosas que se vinieron -y vienen- sucediendo a lo largo de estos "últimos" años, y que me parecen de gran importancia, pese a que pasen normalmente desapercibidas.

Me apetece hablar de la sociedad en general, de los desahucios, los/as políticos/as o incluso la incertidumbre que generan los viernes en algunas personas que prestamos atención a los Consejos de Ministros. 
Elijo hoy y justamente hoy, aprovechando que en unas horas dispondremos de los resultados de la Encuesta de Población Activa (EPA), que nos dirá lo que todos ya sabemos o intuimos; 350.000 personas más (aproximadamente) se habrán sumado este primer trimestre, a esa elevada y dolorosa cifra de Tasa de Paro.

Llevo unos días pensando que hoy en día muchos/as -no todos/as- los/as políticos/as ya nos tratan como si fuéramos números y no personas. Nos agrupan en pequeñas o grandes cifras pero sin pararse por un momento a pensar, que son cifras que "engloban" a personas, y no a objetos o seres inertes o inanimados a los que todo les da igual. Nos limitan de algún modo la información y nos hablan de números desorbitados pero que a ellos, no sé si por insensibilidad o por cotidianidad, les parecen cifras ridículas cuando no lo son.

Nos hablan de los recortes, cifrados en miles de millones de euros, cifras que sin duda sí son para tomarse en serio, pero luego junto a estos recortes suman los que ellos/as entienden por pequeñas cantidades de "ahorro". Que si copago farmacéutico, que si copago sanitario, que si copago judicial... y siempre nos lo comparan con los gastos en cafés -en cuatro o cinco cafés-, como si hoy en día supieran el número de  gente que realmente no se puede permitir un puto café.
Nos hablan de austeridad, de recortar en determinados gastos, y otro sinfín de temas que ya no voy a mencionar, pero que desde luego, y desde mi humilde punto de vista, deberían ser intocables y pese a la crisis mantener inamovibles.

Me pregunto si es que ya nos toman por tontos/as o verdaderos/as inútiles, a los cuales engañar constantemente puesto que parece ser, no "despertamos" por mucho que nos hagan, o por mucho que nos tomen el pelo. No obstante, presiento que de seguir con esta tónica diaria, la gente terminará por salir a la calle, tarde, pero saldrá a reclamar lo que le pertenece, que no es otra cosa que sus derechos.

Cuando digo todas estas cosas pienso siempre en esa clase que se considera elitista o con peso y relevancia, esos que vulgarmente vienen siendo "los de arriba". Esa gente que maneja cantidades ingentes de dinero, tiene nóminas fijas y maravillosas a final de mes, y mueve los hilos del país al son que dictaminan los Mercados Financieros.
Esa gente que nos viene a hablar de cafés, cuando ni por asomo, sabe o entiende de la vida real de la inmensa mayoría de habitantes de este país de pandereta llamado España.
Gente que no sabe lo que es un desahucio, vivir mes tras mes un corte de luz, estirar 426€ mensuales de manera magistral para poder terminar el mes lo más dignamente posible, pero siempre con una mano delante y otra detrás.
Nos hablan de cafés... pero no entienden que hay millones de personas que hoy en día "no saben" de cafés. Personas que por un euro tienen que recalcular su día a día, y sonará surrealista, pero así es la vida misma en los tiempos que corren.

Sencillamente, esa es la gente que nunca en su vida vivió con los pies en la tierra, y que no entiende lo que es vivir al margen de su coche oficial, de su sueldo estratosférico, o de las facilidades que le dio la vida, muchos/as gracias a su esfuerzo, y otros/as muchos/as gracias a su esfuerzo a la hora de saber explotar a los/as demás hasta límites insospechados.

Nos cuentan en millones, pero se olvidan de lo que hay más allá de esas cifras. Gente que vive en un sistema que le obliga a trabajar la inmensa parte de su vida, para cobrar una pensión irrisoria tras haberse deslomado día a día. Y pese a estar obligados a tener que trabajar, pese a tener ganas y necesidad de trabajar, este sistema injusto también nos impide trabajar. ¿Quién entiende un sistema que te impone condiciones que luego por sí mismo no se pueden llevar a cabo?

Vivimos olvidados y con pánico a que lleguen los viernes, esos que antes significaban inicio del fin de semana y del descanso, pero que ahora vaticinan Consejo de Ministros y recortes al canto. 
Despido barato, descuelgue de convenios colectivos, bajadas de sueldos por doquier, copago hasta por respirar o beber agua, y siempre, con un café como nueva "unidad de medida" a la hora de comparar.

¿Quién no entiende que hay que apretarse el cinturón? Sería de persona ignorante e inconsciente no entender que vivimos malos tiempos y que debido a ello hay que apretarse el cinturón, pero es una burla incesante lo que vemos cada día en nuestro país, por parte de los que tienen las riendas o el timón del país.

Políticos/as que se suben la nómina una barbaridad. Inyecciones a la Banca con dinero del erario público. Esa banca que ejerce como gran inmobiliaria y que no contenta con haber originado esta hecatombe, se enriquece robándonos o desahuciándonos de nuestras casas, eso sí, siempre cerrando sus respectivos trimestres con beneficios, menores que en años anteriores, pero no por ello dejan de ser beneficios.
Nos hacen pagar los medicamentos, la sanidad y la justicia, mientras se compran o alquilan coches oficiales, se amueblan despachos con todo el lujo posible, o se inauguran aeropuertos que lo único que verán aterrizar, serán las moscas que viven ajenas al mundo de las personas tratadas como números, personas que viven una vida que se mide en cafés.
Nos dicen que vivimos por encima de nuestras posibilidades, algunos/as hasta que vivimos demasiado, y luego vemos como se gastan miles y hasta cientos de miles de euros en un simple cuadro para el Congreso de los Diputados. Definitivamente estamos locos/as.

Se nos intenta silenciar, y son tan conscientes de que aquello que hacen es perjudicial, que hasta se inventan nuevas fórmulas para impedir que nos manifestemos, y en caso de hacerlo, se los leerá la cartilla como en los viejos tiempos, pudiéndonos llevar a prisión, y no un día, ni dos, sino hasta cuatro años.

Vemos como multan a una anciana que se encadena en una sucursal, pero como por otra parte corruptos juzgados y condenados a prisión, siguen en la calle sin que sepamos a cuento de qué, y declarándose insolvente para que no le embarguen sus "pocos" bienes, como por ejemplo un Palacete.
Como gente con formación y curriculum de lo más envidiable se queda sin trabajo, mientras los maridos de, los cuñados de, y los hijos de, ya están bien colocados en las grandes empresas que anteriormente fueron públicas y que posteriormente fueron regaladas a precio de saldo.

Como ex-ministros/as viven del erario público y pese a ello, se suman a la vidorra de cobrar de lo privado sin tener la mínima decencia de rechazar ese sueldo que todos pagamos con nuestros impuestos.

-Entiéndanlo de una vez. Ustedes con 150.000€ viven un año, pero es que en este país hay familias que con ese dinero viven toda una vida. 

Algún día, esto que hoy se está sembrando, va a brotar de la peor manera posible. Sólo espero y deseo, que la sociedad que hoy está dormida, abra los ojos, y diga ¡ya basta!

Siento haber perdido la poca cordura y elocuencia al ir escribiendo, pero cuanto más pienso, más deseo olvidar. Olvidarme hasta de saber escribir lo poco que sé.

En fin... saludos y ánimo a todos/as. Vienen tiempos todavía más difíciles.


domingo, 22 de abril de 2012

sábado, 14 de abril de 2012

Viaje en tercera clase.

14 de Abril. Para muchos una fecha sin importancia, para otros el aniversario de la proclamación de la II República, y para otros el aniversario del hundimiento del RMS Titanic.
Para mí, hoy más que nunca, un recordatorio más del insultante sistema en el que vivimos inmersos y del que parece, no vamos a salir nunca hasta que ocurra una desgracia que nos haga despertar.

Hace 100 años, un enorme barco se hundía en el Atlántico haciendo aguas por todas partes, debido a la fragilidad de su casco, la negligencia de unos constructores que, por "ahorrar", escatimaron en los gastos de construcción y seguridad; por un diseño poco acertado y, por supuesto, por la inconsciencia de aquellos que tomaban decisiones desafortunadas en momentos de riesgo e incertidumbre en alta mar.

Con el tiempo y los años de investigación, nadie duda del cúmulo de errores que se fueron cometiendo hasta aquella noche del 14 de Abril de 1912, pero no obstante, todavía hoy, el eco de aquel accidente hace que pese a tantas mejoras y logros, los grandes comandantes o capitanes, caminen con pies de plomo, e intenten tomar las mejores decisiones para su tripulación, pasajeros y polizones, y algo muy importante, sin distinción de "clases", algo que por aquel entonces no ocurría.

Me resulta paradójico, no sé a vosotros y vosotras, pero puede decirse que en el mundo de la Ingeniería Naval, a base de errores pasados, lograron forjar un muy buen presente, y posiblemente con el tiempo, un todavía más que acertado futuro en cuanto a diseño, construcción y seguridad en lo que a navíos se refiere.

Aquella noche, la soberbia, la ambición, el infortunio, y la "distinción", originó que miles de personas perdieran sus vidas en las costas de Terranova, y todavía hoy, sigue presente aquel viaje en nuestras vidas para recordarnos lo que no debemos hacer.

Ahora, por un momento, traslademos este discurso al mundo de la economía, del sistema capitalista, del sistema financiero, del mundo empresarial, y sin duda alguna, al mundo de la política.

Tenemos un largo historial de crisis, conflictos bélicos, injusticias, atrocidades humanas, y realmente me pregunto, ¿qué cambió sustancialmente desde el 14 de Abril de 1912, al 14 de Abril de 2012 en lo que a economía se refiere?

Sin duda alguna, en cuanto a derechos sociales, dimos grandes pasos. Pasos muy importantes y necesarios, pero no por la existencia de permisividad en este sistema injusto, sino por la insistente lucha de aquellos que, estando oprimidos, se fueron rebelando continuamente contra este sistema inhumano.
Son logros en cuanto a derechos, igualdad, valores, educación y otras muchas cosas, pero me vuelvo a hacer la pregunta, ¿qué cambio sustancial hubo en estos cien años, a nivel económico para mejorar el bienestar de los ciudadanos y ciudadanas? 
Si me lo permitís... creo que ninguno que haga que nos tengamos que felicitar, conformar y bajar la guardia.

Aquel 14 de Abril, hubo quien murió por "pertenecer" a la llamada "tercera clase". Un paria, un obrero, un trabajador o un ama de casa (condenada como siempre, y por desgracia, a estos menesteres).
El castigo de la irresponsabilidad humana, pesó muy duramente sobre las vidas de la gente pobre, de la gente trabajadora, honrada e ignorante. Esa gente que estaba condenada a ser tratada como un "inferior" simple y llanamente por su bajo poder adquisitivo, por ser pobre, o por no pertenecer a la aristocracia o alguna familia de "renombre" o alta cuna.

No nos damos cuenta, o no queremos darnos cuenta, de que cien años más tarde, el sistema, sigue siendo el mismo que el de aquel 14 de Abril de 1912. 
Si eres pobre se te dificulta el acceso a la justicia, no puedes acceder a una vivienda digna y se te niega el acceso a un crédito que te lo permita. El Sistema Laboral nos castiga cuando a las grandes fortunas y grandes empresarios les va mal. Y digo grandes, porque desgraciadamente hoy en día muchos autónomos o empresarios de Pymes, también se juegan su dignidad junto a todas y todos nosotros cada día.
Se recorta el dinero en sanidad y educación, sobre todo en educación, puesto que, cuanto más ignorantes seamos, más fácil será manipularnos, y más difícil nos resultará ver que todavía somos aquellos individuos que viajamos en "tercera clase".
Se nos echa de nuestras casas por vía de desahucio, y no contentos del todo con ello, se nos embarga nuestro mísero sueldo toda una vida, para recordarnos constantemente que tenemos una deuda con "no sabemos quién", pero que forma parte de ese sistema de oligarcas ricos.
Se nos recorta el sueldo (afortunado el que se lo congelan) mientras los altos cargos directivos de Bancos y Consejos de Administración se lo suben enormemente por el mérito de haber llegado ahí a base de exprimir y explotar a otros en su camino, y como bonificación por "haber sabido capear tan bien" esta crisis que tanto les azota su pomposo culo, y que casi los deja sin su mercedes o su coche oficial.

Los grandes barcos fueron reforzados, llevan cámaras estancas, doble casco, botes salvavidas para todos y todas, nadie es más o menos por su poder adquisitivo salvo a la hora de lujo y confort (no a la hora de un rescate), y la fortaleza del casco está hecha para el impacto de todo o casi todo lo que pueda ocasionar una fisura.
¿Os dais cuenta? El barco cambió para hacerse duro y resistente, se adaptó para afrontar las adversidades, pero también hizo que las adversidades se tuvieran que multiplicar y "adaptarse" a la estructura del barco, para poder derribarlo, y si es que lo derriban.

¿Qué pasó en la economía? NADA.

Si hay una crisis, el rico se hace más rico, el pobre se hace más pobre, y los recortes en derechos y en inversión siempre castigan al pobre, a los que una vez más viajamos en "tercera clase" sin saberlo, o sin querer reconocerlo.
El mar no podemos manipularlo por lo que no queda otro remedio que adaptarnos a él, y pese a ello, en cierto modo el también se adaptó a nosotros.
La economía es simplemente un resultado más de nuestra actividad como humanos al intercambiar y producir bienes, etc. pero pese a ello somos tan negados e inconscientes que adaptamos la política a un modelo nefasto y que potencia las desigualdades sociales. No queremos (pero sí sabemos) rediseñar un modelo económico al servicio de los ciudadanos, en vez de al servicio de las grandes oligarquías mundiales.

Cuando un "lobby" determinado estornuda, nosotros nos mojamos con sus gérmenes. Ellos sanan y nosotros padecemos una pandemia o crisis sistémica generalizada si lo preferís, pero ahí estamos, bajo su yugo.

Nos contentan con 426€, con poder votar cada cuatro años a partidos políticos con programas que luego incumplirán y, que sólo nos escuchan y prestan atención durante ese periodo llamado de precampaña y campaña electoral. Mientras tanto y hasta entonces, somos un cero a la izquierda, conformes con nuestra condición como gente de "tercera clase", que no damos problemas, y que vivimos tristemente resignados con la condición de que cuando al sistema le va mal, a nosotros nos tiene que ir peor y tragar con ello, mientras los ricos y culpables, se burlan y ríen una vez más en nuestra cara.

Nos gobiernan los ricos, los banqueros, el FMI, el BCE y los Mercados, y todos con una finalidad en común, hacerse más ricos a costa de nuestra miseria.
Para todos ellos, siempre habrá un bote salvavidas.

Yo me niego a viajar en tercera clase, ¿y tú?